La insuficiencia venosa crónica, también conocida como varices o venas varicosas, son venas hinchadas a causa de una acumulación anormal de sangre en las paredes y válvulas de las venas superficiales. Esto puede llevar a la aparición de varices en las piernas, creando una sensación de molestia y pesadez constante.
Ese estancamiento de la sangre que, provoca una gran dificultad en el retorno de la sangre hacia el corazón. Puede llegar a mostrar molestias como hinchazón, pesadez, quemazón y dolor en las piernas. Y aunque por lo general, las varices constituyen más un problema estético que un riesgo para la salud, se puede dar el caso de que lleguen a producir dolor, úlceras y en ocasiones, pueden aumentar el riesgo de desarrollar flebitis, la inflamación de las venas.
Factores como la herencia, el sexo (afecta más a mujeres que a hombres), el sobrepeso, el sedentarismo o permanecer mucho tiempo de pie sin moverse, contribuyen al desarrollo de las varices.
Por el contrario, mantenerse dentro del peso normal, realizar ejercicio moderado con regularidad (caminar, montar en bici, bailar o nadar), evitar fuentes de calor excesivo sobre las piernas y usar ropa cómoda no ajustada y calzado amplio y con un tacón adecuado (de 3 a 5 cms.), ayudan a prevenir o retrasar su aparición. También es conveniente el control periódico por el especialista.
Dependiendo del tamaño de las venas afectadas, el cuadro varicoso se va a presentar en forma de pequeñas arañitas vasculares o de gruesas ramas varicosas. Al dilatarse la vena, ésta pierde su función, la sangre se estanca y aparece la típica pesadez de piernas al poco rato de estar de pie.
Si las varices no son corregidas a tiempo, con el paso de los años, las piernas se vuelven tumefactas, se hinchan y deforman. Aparecen manchas violáceas que luego se amarronan. La piel que cubre la zona se adelgaza y el más ligero traumatismo provoca una úlcera venosa de difícil cicatrización.
Arañas vasculares
Son pequeñas dilataciones del plexo dérmico, inmediatamente debajo de la piel que en muchos casos pueden ser aviso de alteraciones más profundas y de enfermedad vascular crónica, de ahí la importancia del diagnóstico del nivel de afección.
Varices reticulares
Son varices medianas, se presentan en forma tortuosa y tienen un calibre de entre 3 y 5 milímetros.
Varices tronculares
Son las más gruesas y grandes en forma de cordones. Presentan un grave problema de salud porque pueden llegar a provocar las complicaciones importantes como úlceras varicosas, flebitis, tromboflebitis o incluso trombosis venosa superficial y profunda que en algunas ocasiones pueden migrar causando un tromboembolismo pulmonar de gravedad importante.
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